12/07/2006

Aprendiendo de los políticos

Había una vez un octogenario, más o menos de ochenta años, vivía en una casa, que era su residencia, acostumbraba desayunar en horas de la mañana, exactamente a las 8 antes meridiano; su almuerzo, al mediodía lo hacía más o menos cerca de las doce y la cena de noche, algo así como después de las 6 p.m. Acostumbraba salir de paseo a caminar, más o menos a pie, según recomendaciones de su cardiólogo, que es su médico del corazón, algo así. Esta actividad la realizaba todos los días, de manera diaria. Esto le había permitido mantenerse saludable, algo así como sano, dependiendo de los achaques de la edad, por su ancianidad, de la tercera edad, algo así como una persona vieja. Tenía dos nietos, varones, del sexo masculino, de 6 y 7 años, niños, más o menos. Además 2 jóvenes, adolescentes ellos, de 13 y 14 años, que eran sus nietos o sea hijos de su hijo, algo así como su familia.

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